Suelo hacer la revisión del rendimiento de mi cartera trimestralmente, pero tenía un poco de curiosidad por lo que pudiera pasar en el mes de Enero: Estados Unidos supone más de un 70% de índice MSCI World, así que, nos guste o no, lo que pase allí tendrá mucha influencia en la economía mundial.
Las elecciones fueron el pasado Noviembre, y el resultado no estaba muy claro. Finalmente, Trump ganó con una mayoría bastante holgada, y esperaba que Noviembre y Diciembre fueran positivos porque en teoría las medidas que propone Trump beneficiarían a la economía estadounidense. Sin embargo, los resultados en mi cartera fueron un poco decepcionantes, aunque no malos.
Así que esperaba como agua de mayo los resultados en Enero, y han sido bastante buenos, aunque de una forma diferente a la que me esperaba: Creí que subiría bastante la bolsa, y que la renta fija caería porque se podía prever que si la economía va bien, hubiera un repunte la inflación y entonces los tipos de interés subirían o se mantendrían, lo que podría hacer caer los fondos de renta fija. Sobre el oro no tenía ninguna teoría: Por un lado, sigo con la idea de que el dinero cada vez vale menos y que por tanto el oro debería revalorizarse, pero por otro lado si la economía va bien se reduce la incertidumbre y el oro se demandará menos.
El resultado ha sido un 3% de subida en el MSCI World, un resultado mejor de lo esperado; y eso a pesar de la aparición de Deepseek y la caída de Nvidia. El Vanguard Global Bond subió un 0,28%, lo que me sorprendió positivamente, pero lo que me rompió los esquemas fue la subida del oro del 7%. ¡Sí, un 7% en un mes!
Mi cartera subió un 4% en Enero, en parte por los rendimientos indicados en el párrafo anterior, pero también porque los fondos que tengo de empresas europeas, que estoy esperando a que se recuperen para pasarlos a fondos globales, subieron entre un 6 y un 8%.
¿Me he convertido en un inversor excepcional? Obviamente no: El rendimiento este mes ha sido muy bueno, pero no creo que haya sido por una decisión mía, sino más bien una coincidencia entre un buen rendimiento en general de los principales activos en los que invierto y la subida en los fondos de empresas europeas. ¿Se mantendrá este rendimiento en el futuro? Ojalá, pero lo dudo bastante: El efecto «Trump» ya pasó, a partir de ahora volveremos a la normalidad del mercado, con sus vaivenes habituales.
Yo seguiré con mi plan: Aportaciones periódicas a renta fija y renta variable, y sin aportaciones al ETF de oro, ya que ahora mismo ya está por encima de su objetivo. Al final del primer trimestre volveré a evaluar mi cartera y me podría plantear algún rebalanceo en fondos en función de los resultados. En el ETF, como no puedo retirar dinero sin pasar por Hacienda, lo más probable es que no haga cambios, salvo que hubiera una caída muy grande que pudiera hacer que hubiera alguna aportación puntual.
Una curiosidad sobre este mes: Como he dicho antes, en Enero mi cartera subió un 4%, lo que cubriría prácticamente los gastos de un año. Lógicamente me he alegrado, pero tampoco estoy de subidón: Me veo más cerca de mi objetivo de alcanzar la independencia financiera, pero por otro lado tengo claro que es algo coyuntural y que posiblemente habrá una reversión a la media y que en unos meses volveré a tener mi cartera en línea con mi objetivo. Pero esto me ha hecho pensar en cómo me sentiría si en Enero, en vez de una subida del 4% hubiera tenido una bajada del 4%. Y tengo bastante claro que perder en un mes lo que debería haberme llegado para cubrir mis gastos de un año, me hubiera dejado fatal.
Así que sigo siendo humano y me afectan más las pérdidas que las ganancias. Espero seguir manteniendo mi humanidad, pero aun así ser capaz de darme cuenta de mis debilidades y, gracias a ello, o a pesar de ello, ser capaz de tomar las decisiones correctas con la mente fría en los malos momentos.